«Las personas altamente sensibles sentimos de manera muy intensa. Las emociones son tan fuertes que nos motivan a procesarlo todo en profundidad. Pero esta intensidad puede ser abrumadora, especialmente cuando tenemos sentimientos negativos. Por ello es necesario aprender habilidades para regular las emociones.
»Por regulación emocional entendemos algo que hacemos de manera continua: consciente o inconscientemente influenciar las emociones que tenemos, cuándo las tenemos y cómo las experimentamos y las expresamos. ¿Estás de mal humor? Sal a dar una vuelta. ¿Lo consideras absurdo pero no es apropiado reírse? Disimula esa risa.
»¿Podemos ser más habilidosos con ello? Desde luego. Pero hay que tener en cuenta que buena parte de la regulación emocional es inconsciente. Eso quiere decir que seguramente fue aprendida en la niñez o de manera forzada. Por ejemplo, nos sentimos tristes y quizá pensemos que es insoportable pero no sabemos por qué. Puede que sea porque cuando éramos pequeños no nos ayudaron cuando estábamos sintiendo emociones abrumadoras. O veíamos a los adultos a nuestro alrededor incapaces de controlarse ellos mismos, de manera que ¿por qué íbamos a ser capaces nosotros?
»Por otra parte existen personas altamente sensibles que de niños aprendieron muy bien a regular sus emociones. Su buen humor y ausencia de ansiedad pueden ser envidiados por los que tienen problemas. Pero en cualquier caso cada uno es como es. Cada cual tiene que jugar con tus cartas, no con las de alguien con mejor suerte. Asimismo, si tienes buenas cartas no es justo decir que aquéllos con malas cartas no son muy buenos en el juego. La suerte es un factor enorme. Pero todos podemos hacerlo mejor.
»La estrategia para mejorar la regulación emocional es:
- Acepta tus sentimientos.
- No te avergüences de ellos.
- Convéncete de que puedes enfrentarte a ellos tan bien como los demás.
- Confía en que los malos sentimientos no durarán mucho.
- Asume que hay esperanza. Siempre podrás hacer algo para solucionarlo.
»Existen estudios que demuestran que las personas altamente sensibles tienen mayor tendencia a sufrir emociones negativas: depresión, ansiedad y estrés. Lo que también tienen es mayores dificultades para emplear los mecanismos de regulación de la lista anterior. Quizá sea porque muchos de nosotros hemos tenido tan malas experiencias que las estrategias típicas no funcionan. Quizá nuestros malos sentimientos duran más tiempo y no podamos cambiarlos. Quizá sencillamente estas actitudes son así para algunos de nosotros, especialmente para los que no aprendieron estrategias de regulación cuando eran pequeños. Cualquiera que sea nuestro pasado, nos preocupamos más que otros y muchos de nosotros estamos estresados tratando de gestionar nuestras vidas en un mundo que no es sensible.
»Pero a menudo el fracaso al emplear esos cinco consejos anteriores puede deberse, al menos al principio, a un problema de inconsciencia. Quizá debas primero reconocer que te sientes avergonzado por tus sentimientos o que te parece que no se irán jamás. Quizá leer esto te permita ser más consciente de estas herramientas y tengas la oportunidad de emplearlas. En concreto, ayuda mucho reemplazar la sensación de derrota con algo de esperanza y confianza al tratar de aplicar nuevas estrategias para solucionarlo. Compartirlo con otras personas puede ser también fundamental.
»La regulación emocional se puede aprender. Puedes comenzar con métodos de autoayuda o acudiendo a psicoterapia. Y si lo necesitas, la medicación te puede ayudar a superar momentos difíciles».
Aquí Elaine Aron pasa a hablarnos de lo que a ella personalmente le funciona:
«Un método que los científicos elogian es el de distraerse pensando en otras cosas, especialmente trabajando. No estoy tan segura de esto. Sí, mis emociones se desvanecen cuando comienzo a escribir, investigando una idea o sencillamente leyendo estudios. Sin embargo he aprendido que a la larga no es una gran idea porque canso mi cerebro y éste es un órgano que usa una gran cantidad de la energía corporal. Una vez estoy cansada tengo menor tolerancia a mis emociones negativas. Así que habría que tener cuidado con el tipo de distracciones, eligiendo quizá otras que no sean agotadoras.
»La cuestión es que nuestras emociones vienen de nuestro cuerpo, para bien y para mal. A menudo podemos cambiar nuestras emociones cambiando el estado de nuestro cuerpo y el estado de nuestro cuerpo a su vez cambia con nuestras emociones. Por ello recomiendo descanso en general, pasar tiempo en la naturaleza, tiempo en el agua o cerca del agua, meditación y dormir mucho. Descansar es la base de toda actividad. Todo lo que pensamos y hacemos está determinado por nuestro estado de consciencia, la cual varía entre sentirnos cansados y mal a sentirnos completamente despiertos y brillantes. Estos estados cambian de acuerdo a la manera en la que tratamos a nuestros cuerpos.
»Normalmente dormir bien por la noche mejora las cosas. Y si no, al menos con una mente fresca serás más capaz de entender las razones que te llevan a sufrir unas emociones tan negativas. Algunos sentimientos son inevitables, como el duelo por una pérdida o el miedo ante un evento realmente amenazante, y en estos casos solamente el tiempo ayuda. Pero muchas veces debemos considerar en profundidad nuestros complejos o las heridas más profundas que nos afligen para poder controlar nuestras emociones o al menos tolerarlas.
»Y sobre todo, después de descansar, siempre nos queda tomar un poco de perspectiva y contemplar la vista completa. Quizá se trate solamente de salir afuera y mirar las estrellas, o entender que lo que te preocupa no será importante dentro de un año.
»Descansar no siempre ayuda, por supuesto. No hay nada que ayude siempre. Pero cuantas más ideas tengas sobre regulación emocional que funcione en tu caso, mejor».
(Extraído de
Emotional Regulation and HSPs en el sitio
The Highly Sensitive Person.)
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