24 de agosto de 2016

Sobre el dinero

En este artículo Elaine Aron se ocupa de la relación que puede tener con el dinero una persona altamente sensible.
«Los estudios dicen que para ser feliz la gente necesita que sus necesidades básicas estén cubiertas. Una vez conseguido esto, la felicidad depende más de la habilidad de cada cual para apreciar los placeres cotidianos y para ello la alta sensibilidad puede resultar beneficiosa. Yo creo que las personas altamente sensibles se arreglan mejor en situaciones de poco dinero aunque también sufren más si no tienen el suficiente. Por otra parte la preocupación por no saber si se dispondrá de dinero en el futuro es sin duda peor que el hecho mismo de no tenerlo llegado el momento».
Comenta que durante dos décadas vivió con los suyos sin mucho dinero y que resultó muy sencillo. Fue su elección y con un poco de imaginación conseguían la mayor parte de las cosas que querían. Durante los últimos años ha tenido más medios y efectivamente ahora se permite otras comodidades pero en lo fundamental nada ha cambiado. A Elaine Aron no le impresionan los lujos ni las vacaciones y tampoco le gusta ir de compras. Dice que en el tema de vivir con poco las personas altamente sensibles tenemos claramente ventajas.
«Para empezar, si alguna vez tuvimos dinero, ahorramos gran parte del mismo por si acaso. A menudo estamos ya acostumbrados a ingresos bajos al elegir trabajos significativos en lugar de los lucrativos. Algunos hemos probado a cambiar los términos al tratar de favorecer el dinero pero vimos que no funcionaba. Quizá no hemos trabajado siempre debido a los problemas relacionados con la sensibilidad y el estrés. Creo que podemos entender mejor que otros que simplificar la vida puede ser una bendición. La espiritualidad (acompañada de la tranquilidad y la naturaleza) puede ser importante. La pobreza formaría parte del camino porque nos permite concentrarnos en lo importante».
Para ir tirando con poco dinero hay que elegir bien. Un lugar tranquilo en el que vivir (ante la dificultad de encontrarlo, el alquiler puede ser una buena opción), el seguro médico es importante, la comida saludable es más barata si se dedica tiempo a la cocina. Las personas altamente sensibles necesitamos descanso pero hoy en día los trabajos mejor pagados son de tipo 24/7 de manera que puede ser mejor algo que esté más delimitado, trabajar por tiempo determinado o hacerlo como autónomo. Necesitamos hacer algo significativo y el voluntariado puede ser una posibilidad.
«Lo que no nos permite estar tranquilos con unos ingresos bajos es probablemente la envidia y el miedo. La envidia se puede apaciguar valorando lo que te importa a ti y mirando al conjunto completo de las vidas de la gente con más dinero que tú. En esto puede ayudar que no envidies a los que no son altamente sensibles, quienes puede que estén más del lado materialista de la vida, con menos capacidad de entretenerse con su vida interior. Por otra parte el miedo puede ser más complicado de gestionar porque damos vueltas a todas las posibilidades cuando pensamos sobre el futuro. Aquí quizá habría que hacer el ejercicio de analizar los riesgos de manera más templada.
En realidad deberíamos dar un paso atrás de la sociedad en la que vivimos. Porque estamos inmersos en una cultura consumista que no deja de bombardearnos con lo que deberíamos querer. No existen anuncios que digan: "Disfruta más de la naturaleza; es gratis". O bien: "No necesitas nuestro nuevo modelo, el que te llevaste sigue estando bien". Peor aún, nos dicen lo que deberíamos temer. Los seguros que son indispensables para protegernos de todo peligro.

Quizá la siguiente cita de Thomas Merton (un monje católico que fue también escritor) es el mejor anuncio para otro tipo de vida.
Hay esperanza, porque siempre hay gente que se atreve a buscar en los márgenes de la sociedad, que no dependen de la aceptación de la sociedad, no dependen de la rutina de la sociedad y prefieren la existencia de flotar libremente aceptando el riesgo. Entre esta gente, si son fieles a su propia llamada, a su vocación, la comunicación en el nivel más profundo es posible. Y el nivel más profundo de comunicación no es comunicación sino comunión. Está más allá de las palabras, del discurso y de los conceptos. No es que descubramos una nueva unidad. Descubrimos una que es vieja porque ya somos uno. Pero imaginamos que no lo somos y lo que tenemos que recuperar es nuestra original unidad. Lo que tenemos que ser es lo que somos.
Elaine Aron termina el artículo diciendo que como nosotros, los altamente sensibles, ya estamos un poco en los márgenes de la sociedad, este planteamiento puede ser una dirección válida en la que movernos. Una dirección en la que menos es más, y ese más merece la pena ser buscado.

(Extraído de For Some HSPs Less Can Be More del sitio The Highly Sensitive Person.)

2 comentarios:

  1. Hola: Llegué al blog a través del grupo de Facebook y leo todo lo que cuelgas. Me parece el blog más interesante que existe sobre las personas altamente sensibles. Muchas veces quisiera dejar algún comentario pero no puedo, así que como esta vez parece ser que sí puedo hacerlo, aprovecho para felicitarte por esta bella iniciativa que estás llevando a cabo. Enhorabuena y muchas gracias.
    Cristina Carrasco

    ResponderEliminar
  2. Hola Cristina, muchas gracias, pensar que puede interesar a otras personas me anima a seguir traduciendo los artículos. Gracias.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.