17 de agosto de 2016

Acoso en el trabajo

¿Qué es y qué no es acoso en el trabajo? No es fácil definirlo exactamente.
«Si eres altamente sensible, el acoso laboral puede ser algo tan simple como la falta de civilidad, que puede ser definida como "comportamiento anormal con intención ambigua de hacer daño y que viola las normas del respeto mutuo". Sin embargo, algunos que estudian el acoso laboral creen que debe existir intención de hacer daño.
»Por ejemplo, si una persona es por naturaleza áspera y crítica en el trato, al no darse cuenta de que esto te afecta entonces no es acoso, al menos de acuerdo a una de las definiciones. Podrías pararlo haciéndolo ver. Como esto puede ser muy difícil de hacer, podrías seguir adelante sin decir nada, sintiéndote acosado, pero técnicamente no es lo que estaría sucediendo.
»Ahora bien, si los malos modos no son intencionados pero continúan produciéndose. O estamos ante una persona altamente sensible que no se siente acosada pero se culpa a sí misma de ser demasiado sensible o un flojo, entonces, el daño se está produciendo. Incluso si las víctimas no reconocen el acoso, su salud mental está siendo afectada.
»A la hora de definir lo que es el acoso laboral, algunos expertos no tienen en cuenta la cuestión de la intencionalidad y van directamente a los efectos que produce: "Maltrato repetido del empleado que causa daño a su salud, manifestado por medio de abuso verbal y conducta intimidante (verbal o no verbal) que interfiere con el trabajo y socava los intereses de la empresa".
»Una particularidad importante del acoso laboral es que las víctimas se sienten incapaces de defenderse o de controlar lo que se les está haciendo. De hecho, en algunas empresas el abuso verbal es consentido como un estilo duro de gestión así que protestar no serviría de nada. Si el trabajador tiene algún problema con el jefe se espera de él que sea capaz de gestionarlo. Y si no, ya sabe dónde está la puerta».
Según Elaine Aron las personas altamente sensibles somos propicias a sufrir acoso laboral por los siguientes motivos:

  • Podemos parecer débiles porque preferimos hablar suavemente y ser amables.
  • Nuestra primera defensa es tratar de agradar, lo que nos hace parecer que aceptamos ser dominados.
  • Optamos por hacer las paces antes que ir a la ofensiva, otra muestra de debilidad ante el acosador que no hace sino excitarlo aún más.
  • Tenemos respuestas emocionales más fuertes de manera que los acosadores pueden ver que están haciendo mella en nosotros lo cual los motiva aún más.
  • Los altamente sensibles somos trabajadores concienzudos y especialmente dedicados cuando encontramos que el trabajo tiene significado. También solemos tener las mejores ideas y un mayor conocimiento sobre la tareas y cómo han de ser realizadas dentro del contexto de los objetivos generales de la organización. Y normalmente tenemos mayor integridad moral. Como los acosadores carecen de este tipo de atributos y no tienen en mente otra cosa que escalar puestos, una persona altamente sensible los deja en evidencia.
«Lo que encuentro fascinante en este tema es que una de las razones por las que las empresas están preocupándose cada vez más por el acoso laboral es la pérdida que se produce a menudo de sus profesionales más válidos, los trabajadores más dedicados, no gente con problemas de personalidad. Sospecho que muchos de estos empleados válidos son personas altamente sensibles y alguien se está dando cuenta de que perderlos es un mal negocio».
Otra de las razones que explican el interés creciente es el coste relacionado con la pérdida de la salud del empleado. Los problemas son debidos al estrés, por supuesto. Algunos estudios sugieren que puede ser más dañino para la salud que estar sobrecargado de trabajo o desempleado.
«Pero igualmente interesante es el miedo a ser demandado. El acoso laboral está empezando a verse como algo similar al acoso sexual. ¿Y por qué no? Está fuera de lugar en el trabajo. No se debería permitir ir más allá de lo que una "persona razonable" encontraría aceptable, que es como el acoso sexual fue finalmente definido. La vieja actitud, la de las víctimas del abuso en el trabajo como responsables de su situación por no ser capaces de defenderse, está quedándose atrás, tal como sucedió con las mujeres como las causantes del acoso sexual por haber elegido entrar en el terreno laboral de los hombres.
»El mismo cambio tuvo lugar en las escuelas con el acoso escolar. ¿Durante cuánto tiempo tuvimos que escuchar que los niños tenían que arreglárselas por su cuenta para que aprendieran a responder a las agresiones? Esa actitud hizo un tremendo daño, especialmente a los niños altamente sensibles. Pero ahora hay más conciencia sobre el respeto que se merece todo el mundo y se trabajan estos temas. Y como los acosadores son los que terminan por ser rechazados, resulta que estos programas son también beneficiosos para ellos. Todo el mundo tiende a sentirse mejor en un entorno respetuoso».
Elaine Aron sospecha que estos cambios han venido en parte debido al reconocimiento de la existencia de niños altamente sensibles, a los que no se les puede pedir que se defiendan de niños agresivos (los situados en el otro extremo de su temperamento, o los que vienen dañados por un historial de abuso o negligencia en sus casas).

(Extraído de HSPs and Bullying in the Work Place-Changes are coming del sitio The Highy Sensitive Person.)

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