1 de junio de 2016

La persona altamente sensible

Una persona "altamente sensible" o con alta "Sensibilidad de Procesamiento Sensorial" (SPS) es alguien que dispone de un rasgo de personalidad caracterizado por la hipersensibilidad a estímulos externos, mayor profundidad de procesamiento cognitivo y gran tendencia a reaccionar emocionalmente. Estos términos fueron popularizados por Elaine Aron a mediados de los años 90.

Las personas con alta SPS constituyen entre un 15-20 por ciento de la población. Estos individuos procesan la información sensorial (física, emocional, social) más profundamente debido a la naturaleza de su sistema nervioso central.

Elaine Aron y sus colegas consideran que una alta SPS no es en absoluto un trastorno, y sin embargo el rasgo se ha relacionado con dificultades y con la interiorización de problemas durante la niñez, y algunos aspectos de la alta sensibilidad han sido vinculados a la ansiedad y la depresión en adultos.


Atributos y características

Las personas con alta SPS reaccionan más a estímulos como el dolor, el consumo de cafeína, el hambre, la violencia en los medios de comunicación, ruidos, etcétera. Estos individuos se sobreestimulan fácilmente porque tienen un umbral de sensibilidad más bajo y procesan los estímulos cognitivamente con más profundidad que los demás. Como resultado pueden reaccionar más rápidamente al estar en todo momento al tanto de lo que ocurre en su entorno. El rasgo también puede contribuir a un comportamiento más precavido al ser más conscientes de posibles riesgos.

Entre las consecuencias negativas pueden encontrarse altos niveles de estrés, facilidad para saturarse, índices superiores de ansiedad y depresión, problemas para dormir y de salud física en general.

Según algunos estudios las ventajas de la alta sensibilidad son más habituales en gente que ha disfrutado de un entorno que ha sabido apreciar dicho rasgo (cultivando la afectividad, la sensibilidad estética, etc.). Estos individuos tienden a experimentar un aumento de emociones positivas como respuesta a estímulos gratificantes y suelen conseguir una mayor puntuación (en los modelos de personalidad) en la tendencia a estar abierto a nuevas experiencias.

Comparativa de estrategias "altamente sensible" frente a "no altamente sensible":
Receptividad a estímulos -- Comportamiento rutinario
Procesar información antes de actuar -- Actividad motora rápida, eficiente
Vigilancia callada -- Exploración
Evitación de sobrestimulación -- Búsqueda de estimulación
Más procesamiento -- Más actividad motora
Tímido -- Atrevido
Sedentario -- Andador
Consejero -- Guerrero
Parar antes de actuar -- Actuar primero
Hacerlo una vez pero hacerlo bien -- ¡A por ello!
Mirar antes de saltar -- Al que madruga Dios le ayuda

Implicaciones prácticas para las personas

Se ha comprobado que a las personas altamente sensibles les afecta más el entorno emocional y afectivo, tanto el positivo como el negativo.

El procesamiento profundo y su mayor receptividad a estímulos tanto positivos como negativos motiva el aprendizaje y a menudo permite responder de manera más exitosa en futuras situaciones similares. Sin embargo, estas cualidades son interiores y no se manifiestan claramente como comportamientos observables desde el exterior; por ello, no es extraño que cuando se encuentran en dificultades se les considere neuróticos, tímidos, inhibidos, antipáticos o faltos de inteligencia.

Así como responden peor a influencias negativas también se han reconocido las ventajas de la alta sensibilidad en circunstancias positivas, tanto para la sociedad (mayor receptividad a las necesidades del prójimo, establecimiento de relaciones de cooperación y confianza) como para el propio individuo (apego firme del niño si los padres crean con él un vínculo seguro, logros académicos como resultado del cultivo de la sensibilidad del niño, comportamiento social activo y satisfacción general respecto a la vida proveniente de unas circunstancias vitales buenas).

La alta sensibilidad se confunde a menudo con una conducta social reticente y ello ha propiciado la falta de aceptación social y el que sea considerada una anomalía, al menos en la cultura occidental. Esta falta de aceptación social y cultural se añade al miedo de estas personas a la evaluación social negativa y todo ello puede provocar en ellas una baja autoestima.

En entornos médicos, las personas altamente sensibles pueden parecer más ansiosas que las que no lo son, y puede que tengan menor tolerancia al dolor, mayores efectos secundarios, todo ello referente a la sensibilidad fisiológica.

Como estudiantes tienden a quedarse con las sutilezas durante el aprendizaje y los que observan sin participar pueden ser etiquetados de forma errónea como tímidos o temerosos. Como se ponen nerviosos con mayor facilidad se comportan peor cuando son objeto de atención.

En el trabajo, las personas altamente sensibles son típicamente concienzudas, leales, orientadas a la calidad y al detalle, intuitivas y a menudo dotadas de talento. Sin embargo, como generalmente evitan la estimulación externa, pueden ser menos sociables con los compañeros, que no les guste autopromocionarse y que rindan menos cuando son observados para su evaluación.


Principios subyacentes

Bases evolutivas

La rasgo de la SPS que define a la persona altamente sensible se explica por el desarrollo evolutivo en diversas especies de animales de dos tipos de personalidad, las cuales se corresponden con estrategias de supervivencia diferentes. Una de ellas es "parar antes de actuar" (permitir a los procesos neuronales considerar la información relativa a la supervivencia que hay en el entorno) y la otra "actuar primero" (para responder rápidamente a las oportunidades y descubrir cosas relevantes para la supervivencia a través de la exploración motora). Los seres humanos están entre otras más de 100 especies en las que se han descubierto individuos que muestran una receptividad diferente a estímulos de su entorno.

Siendo más receptivos al medio, los organismos con alta SPS tienen más información sobre las oportunidades (comida, pareja, alianzas sociales) y las amenazas (depredadores, pérdida de estatus, competidores) y por lo tanto pueden estar mejor preparados para responder a situaciones o fenómenos incipientes. Esta estrategia de supervivencia es efectiva mientras los beneficios sean mayores que los costos (mayor demanda cognitiva y metabólica). Además, para que pueda ser una ventaja, los poseedores de este rasgo deben ser siempre una minoría.

Bases psicológicas

Investigaciones tempranas confirmaron que una alta SPS incrementaba la relación entre influencias ambientales negativas (por ejemplo una niñez problemática) y un desarrollo afectivo-emocional negativo (por ejemplo la timidez en el adulto). Pero también la relación entre influencias ambientales positivas y la posterior afectividad positiva. Es decir, la alta SPS innata hace que las personas altamente sensibles reaccionen más, para bien y para mal.

Bases neuronales

Se han empleado técnicas de imagen por resonancia magnética para comprobar si efectivamente se produce una actividad neuronal más fuerte en ciertas regiones del cerebro en respuesta a estímulos sociales tanto positivos como negativos. Se encontró mayor actividad en regiones del cerebro dedicadas a la atención, empatía, procesamiento cognitivo de orden superior, planificación de acciones en respuesta a personas cercanas (particularmente a sus emociones positivas), integración de información sensorial, creación de significado emocional, procesamiento de la existencia del otro, del sistema de neuronas espejo y la consciencia de uno mismo.

Bases genéticas

La sensibilidad de procesamiento sensorial es sustancialmente innato (de origen genético), en contraposición a lo aprendido (de origen ambiental). En estas personas se han detectado variantes genéticas que favorecen una menor disponibilidad del neurotransmisor serotonina en el cerebro así como diferencias en la tendencia a liberar dopamina y otra serie de neurotransmisores en determinadas circunstancias.


Distinciones

La SPS puede dar lugar a la introversión, la inhibición o la timidez, aunque no necesariamente. En cualquier caso la alta sensibilidad es diferente de estas otras características de la personalidad ya que se sitúa a un nivel más profundo del carácter y resulta de una condición heredada genéticamente. Además, mientras que algunas de estas consecuencias pueden considerarse trastornos, una alta SPS no lo es.

Las personas con algún trastorno autista pueden ser confundidas con las altamente sensibles pero no tienen nada que ver. La confusión se produce por las conductas socialmente evitativas que se pueden dar en ambos casos. Sin embargo, mientras que los autistas tienen dificultades para percibir e interpretar la información social y emocional, en las personas altamente sensibles sucede justo lo contrario, están muy al tanto de las mismas y se relacionan bien una vez logran la confianza en el trato.


Incidencia en otras especies

Aunque el término "alta sensibilidad" se usa para describir lo que ocurre a los humanos, algo parecido a este rasgo está presente en más de 100 otras especies. Mientras que algunos animales son sensibles a estímulos específicos, parece que otros muestran una sensibilidad, plasticidad o flexibilidad más amplia, lo cual se correspondería con lo que nos ocurre a nosotros.


(Extraído de la Wikipedia, Highly sensitive person.)

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