26 de junio de 2016

Elaine Aron

Elaine Aron es la gurú indiscutible de la alta sensibilidad. Popularizó el término a partir de la publicación del libro La persona altamente sensible, en 1996, y desde entonces ha promovido la idea con sus siguientes libros, artículos en Internet y su participación en charlas y encuentros con personas altamente sensibles.

Es por tanto una persona muy conocida pero al mismo tiempo muy discreta. En la red hay disponible mucho material suyo que resulta de gran ayuda para alguien que esté interesado en estos temas. Pero Elaine Aron no es una figura mediática. Es decir, no la encontraremos dando una charla multitudinaria en TED ni siendo entrevistada en un programa de televisión. No tiene página propia en Wikipedia y sospecho que es porque no quiere tenerla (sí la tienen su libro, el concepto de la alta sensibilidad y su marido, que es conocido pero quizá no tanto como ella). Cuando dice que ella misma es altamente sensible e introvertida está diciendo la verdad.

Por tanto nos faltan datos de ella; por ejemplo, no sabemos la edad que tiene. La nota biográfica en sus libros dice que nació en California, hizo sus estudios aquí y allá, y vive entre Nueva York y San Francisco, donde tiene una consulta psicoterapéutica. Pero sobre todo dedica su tiempo a estudiar los aspectos relacionados con la alta sensibilidad, que son los que a ella personalmente le han marcado.

En cualquier caso no es del todo cierto que no sepamos acerca de ella. A través de sus libros y artículos nos cuenta sus opiniones y la manera en la que se enfrenta a un mundo generalmente hostil hacia la sensibilidad de las personas. La suya es una escritura honesta, de gran calidad, donde se aprecia su motivación de ayudar a la gente.

En el prefacio de su libro más importante comenta cómo llegó a todo esto. Cuando era pequeña se escondía del caos en su familia, y en la escuela evitaba los deportes, los juegos y a los demás niños en general. Dice que cuando conseguía ser ignorada sentía una mezcla de alivio y humillación. Las cosas se fueron complicando según se iba haciendo mayor y ella se refugiaba en los estudios. En la universidad fue peor y se pasaba sus buenos ratos llorando, sin entender lo que le ocurría y tratando de recobrar la calma. Aunque estaba destinada a hacer el doctorado, abandonó sus estudios (tardaría todavía 25 años en comprender lo que le estaba pasando en esos momentos). Conoció a su marido actual y se retiró a una vida muy protegida, dedicándose a la escritura y a la crianza de su hijo. Estaba simultáneamente encantada y avergonzada de no estar "ahí afuera". Era vagamente consciente de sus oportunidades perdidas para aprender, de disfrutar de mayor reconocimiento público de sus habilidades, de conectar con todo tipo de personas. Pero pensaba que no tenía otra opción.

Sin embargo tuvo algún problema de salud del que no se acababa de recuperar. La reacción de su cuerpo y de sus emociones fue tan intensa que se vio obligada a prestar atención de nuevo a ese "defecto" suyo que la convertía en alguien tan diferente. Fue a psicoterapia y tuvo suerte, su terapéuta le dijo: "Por supuesto que te sentías triste: eres una persona altamente sensible". Elaine pensó inicialmente que no era más que una excusa pero no, al parecer, según la experiencia de la terapéuta había grandes diferencias en la tolerancia de la gente a la estimulación y también su interés hacia el significado más profundo de las experiencias. Para ella esta sensibilidad no era un defecto o un trastorno. Al menos eso esperaba, porque ella misma era altamente sensible. Y después añadió con una sonrisa: "Como lo son todas aquellas personas que me motiva conocer".

Elaine Aron pasó varios años en terapia, trabajando en varios asuntos de su infancia. Pero el tema central fue el impacto que había tenido este rasgo. Estaba la sensación de ser alguien defectuoso. El deseo de otros de protegerla a cambio de disfrutar de su imaginación, empatía, creatividad y criterio, cosas que ella misma apenas apreciaba. Y estaba su aislamiento del mundo. Pero poco a poco fue saliendo, hasta convertirse en lo que es hoy, una figura reconocida mundialmente en los temas de la alta sensibilidad.

Aunque es cierto que su reconocimiento es más limitado que otras figuras que disfrutan de mayor proyección en los medios. Los dos libros más importantes de Elaine Aron son La persona altamente sensible y The Undervalued Self (éste sin traducir al español). Ambos son libros muy buenos en los que Elaine Aron ha volcado todo su conocimiento de forma rigurosa. Me gusta hacer la comparación con lo que ha sucedido con dos fenómenos de ventas muy éxitosos, el de Susan Cain y su libro El poder de los introvertidos (que habla en torno a temas parecidos al del primer libro de la Aron) y por otra parte los libros de Brené Brown sobre el poder de practicar la vulnerabilidad (que podría ir en la línea del segundo libro mencionado de la Aron). Desde luego, para mí, no hay color.

Es suficiente con ver los vídeos de las charlas de Susan Cain y de Brené Brown, comprobar cómo medran en sus respectivos negocios relacionados con lo que cuentan en sus libros, así como el número de ejemplares que venden de ellos; es suficiente comprobar todo esto para entender lo que he querido decir con este post.

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