16 de octubre de 2016

Consultando con tu ser más sabio

(Consulting with Your Wisest Self, artículo de Elaine Aron traducido del sitio Psychology Today.)

La versión infravalorada de ti mismo es solamente uno de muchos estados propios en los que nos podemos hallar. Por estado propio me refiero a la manera en la que pensamos o sentimos en una situación o en un rol determinado. Sigues siendo tú pero también te sientes casi como una persona diferente según el caso: cuando estás con tus padres a diferencia de cuando estás con tu mejor amigo, o cuando te ha parado la policía por exceso de velocidad, con tu jefe en el trabajo o cara a cara con la persona que más respetas.

Cambias tu ser dependiendo de la situación, pero ¿has pensado alguna vez en salir de tu ser infravalorado para sentirte mejor? Es bastante más sencillo que tratar de modificar el propio estado infravalorado, ya que éste es instintivo y sirve al propósito que describo en el libro The Undervalued Self. Los progresos en este sentido se producen cuando puedes comprobar que cada vez permaneces menos tiempo atrapado en un estado en el que subestimas tu verdadero valor. Puede ser difícil salir de allí, por supuesto, pero ésta es otra herramienta, una herramienta que no insiste en cambiar lo que no se deja cambiar tan fácilmente (el nivel de autoestima) sino en cambiar completamente de registro.

Como siempre digo, la mejor versión a la que cambiarse es la del ser que ama, que se vincula con los demás. Pero ¿qué hacer cuando estás solo entre gente que se comporta de modo competitivo y tienes problemas para concentrarte en aquéllos que te quieren pero no están a tu lado? En esos casos te podría ir mejor con tu ser más sabio. Pero tendrás que conocerlo mejor.

Esta parte de ti ha absorbido la sabiduría de aquéllos a los que especialmente respetas o admiras, quizá sin que te hayas dado cuenta de este proceso de aprendizaje. Quizá esta parte de ti también ha leído libros de autoayuda, escuchado alguna charla emotiva o a reflexionado sobre las cosas hasta un punto que el resto de tus seres olvidan. Probablemente ha experimentado algunos momentos de sabiduría importantes o se ha unido a prácticas espirituales para incrementar esos momentos. Hace todo esto porque sabe dónde está la sabiduría de este mundo y quiere absorberla y reflexionar sobre ella. Puede que incluso te sientas más en contacto con tu parte sabia cuando estás solo en la naturaleza, ya que la naturaleza tiene su propia profunda sabiduría de la que tú formas parte.

Si tuviera que definir la sabiduría en una sola frase, diría que es la capacidad de ver el plano general, contemplar la vista completa. Por ejemplo, cuando te sientes menospreciado por alguien, podrías tratar de ver las cosas desde la perspectiva de esa persona. Entender los motivos que hicieron de él semejante idiota. O recordar cómo gestionarían la situación las personas que admiras, o lo que te enseña el camino espiritual que sigues, o bien lo que importará este hecho en un año, en diez. Respecto a la sabiduría encontrada a través de la naturaleza, mira con detenimiento una hoja, el ojo de un animal, una llama, el agua que corre. Ofrecen su propia perspectiva de las cosas. De noche mira a las estrellas. Tú eres todo el universo, estás hecho de polvo de estrellas. Es el más amplio plano de todos.

Podría parecer que cuando de verdad has necesitado a tu ser más sabio, no podías encontrarlo. O quizá ni siquiera piensas que tienes uno. Pero ¿alguna vez has enseñado, aconsejado, consolado a otra persona? ¿Has respondido a la pregunta de un niño? He ahí tu ser más sabio, expresándose. Tu sabiduría nunca será perfecta. Pensar que lo es no sería sabio. Pero a veces sabes que debes recurrir a lo que tienes, por el bien de los demás.

Imagina a un joven desesperado que quiere morir. Se te ha dirigido a ti, buscando tu consuelo y consejo, necesita comprender que hay algún significado en la vida. ¿Qué es lo que le dirías? He ahí, tu ser más sabio.

Un compañero psicoterapeuta con muchos años de experiencia me dijo una vez que cuando tiene dudas sobre un caso a veces consulta a un colega, pero que muy a menudo primero se pregunta a sí mismo qué es lo que él diría si alguien le preguntara sobre el mismo, y que inmediatamente sabe la respuesta.

Te sugiero que prepares con decisión la consulta con tu ser más sabio. Siéntate delante del ordenador. Describe tu "caso". Luego pide ayuda a tu ser más sabio. Cuando comience a dictarte la respuesta, escríbela. Y respira con calma.

1 comentario:

  1. Hola.
    Me parece ésta una excelente entrada. Muchas gracias por compartirla.

    Un saludo
    Cris

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