15 de junio de 2016

Confundir sensibilidad con introversión

Al parecer, en las sociedades occidentales, al menos un 30 por ciento de la gente se considera a sí misma socialmente introvertida (dato que aporta el libro Quiet, de Susan Cain). Por otra parte las personas altamente sensibles constituyen alrededor del 20 por ciento de la población (según Elaine Aron); pero no todas ellas son introvertidas, solamente un 70 por ciento de ellas lo son (de nuevo según Elaine Aron). De lo cual se deduce que los introvertidos que además son altamente sensibles formarían el 15 por ciento del total de la población.

Es decir, de todos los introvertidos que existen, solamente la mitad serían altamente sensibles.

Parece claro que la alta sensibilidad aporta una mayor probabilidad de convertirlo a uno en un introvertido por la sobreexcitación a la que puede exponerlo el contacto con la gente (con la consiguiente preferencia a evitar socializarse).

¿De dónde procede por tanto la otra mitad de introvertidos? Quizá de haber tenido malas experiencias a una edad temprana (y por tanto su introversión sea consecuencia del miedo a ser rechazado) o bien sencillamente porque no se tiene la necesidad innata de buscar estímulos gratificantes en los demás (puede que la persona no sienta una gran necesidad de dichos estímulos o quizá sí, pero los encuentre en actividades que realice por su cuenta, sin necesidad de socializarse).

Para Elaine Aron es muy importante no confundir los términos: una cosa es ser socialmente introvertido y otra diferente es ser altamente sensible. Es una cuestión de rigor científico pero también moral porque mezclar los conceptos puede entorpecer la tarea de alguien que trata de conocerse a sí mismo.

Elaine Aron se alegra de la repercusión tan grande que ha tenido el libro Quiet de Susan Cain (traducido al español con el título El poder de los introvertidos) pero se lamenta de que su trabajo vuelva borrosa la diferencia.
«Compartí con ella todo lo que sé [cuando vino a entrevistarme para su libro] y en el proceso le pedí que por favor no confundiera la introversión con la sensibilidad. Pero el libro los confunde. Su concepto de introversión a lo largo del libro es casi idéntico a lo que se ha convertido en la definición estándar de la alta sensibilidad: tendencia a pensar con profundidad y a procesar lentamente, sensibilidad a los estímulos, reactividad emocional, necesidad de tiempo para estar solo. Mientras que por otra parte las definiciones habituales de la introversión se centran básicamente en el aspecto social.
»El problema en realidad no es de Susan Cain. Ella admite no ser una científica y dice que lo que hace es estudiar un fenómeno cultural (lo que la gente piensa sobre aquéllos a los que se llama introvertidos)».
Elaine Aron está siendo amable con la autora del libro pero sabe que lo que hace Susan Cain es simplificar y ponerlo todo al servicio de la idea del libro que tiene en mente: "El poder de los introvertidos". Es un ensayo muy bien documentado y escrito pero se nota su voluntad de vender autoafirmación positiva a toda costa. Y para ello recurre a todo lo positivo que tiene el rasgo de la alta sensibilidad sin querer distinguirlo de la introversión. Le conviene plantearlo así.

¿Qué sucede con los introvertidos que no son altamente sensibles? (Los que por ejemplo no tienen una vida interior especialmente rica, no son muy emocionales, toman decisiones con bastante facilidad...) No se verán bien retratados en la imagen de los introvertidos que se da en este libro. Probablemente habrán sufrido como la mayoría de introvertidos por no cumplir con el ideal extrovertido que domina la sociedad actual y quieran de alguna manera redimir su condición con todo lo bueno sobre ellos que se cuenta en el libro. Pero si no son altamente sensibles no podrán beneficiarse de ello. Y aunque lo sean, puede que su introversión tenga orígenes no tan inocuos, que esté más relacionada con el miedo social, y en tal caso la solución a la baja autoestima requiera de algo más que decirse a uno mismo: "tú también puedes". En estos casos el empoderamiento autosugestivo puede resultar frustrante y motivo de retraso en el tipo de ayuda que se necesita realmente.

Dice Elaine Aron:
«Cuando empezaba a estudiar la sensibilidad yo también pensaba que sería lo mismo que la introversión. Pero lo que los investigadores y la gente normalmente entiende por introversión es introversión social: no hablar mucho, que no guste conocer a gente nueva. Es una manera sencilla de clasificar utilizando lo que se ve. Pero se pierde lo que sucede por dentro».
Quizá habría que empezar por allí, por tratar de entender lo que sucede por dentro.

(Extraído de Time Magazine: "The Power of (Shyness)" and High Sensitivity en el sitio Psychology Today.)

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